Encuesta sobre racismo: Universitarios se autoclasifican como “mestizos”

Los estudiantes universitarios se autoclasifican mayoritariamente (56,99%) como “mestizos” en una encuesta que indaga en las nociones de racismo de 758 jóvenes de las universidades de la ciudad de La Paz. El mestizaje es una categoría “cómoda” de identificación étnica y racial porque no asume ninguna de las polaridades del ser blanco o indígena/afro, dice la antropóloga Maya Benavides.

Maya Benavides y Mariana Serrano están próximas a presentar el libro “Y tú, ¿de qué raza eres? La construcción social de lo racial desde una visión de las y los universitarios de la ciudad de La Paz”, que es el resultado de una investigación financiada por el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) dentro de la convocatoria “Racismo, discriminación y relaciones socioculturales en Bolivia”.

La investigación contiene una amplia justificación teórica y metodológica y será presentada este 29 de mayo, desde las 19.00, en la sala Luis Bazoberry de la Cinemateca Boliviana (calle Oscar Soria esquina Rosendo Gutiérrez) de La Paz.

En el trabajo, las antropólogas indagan en las nociones raciales de los universitarios, de la entidad pública y de las privadas, a partir de la pregunta general “¿Qué razas hay en Bolivia?”. Las respuestas obtenidas fueron bastante dispersas, tanto que se identificaron más de 30 categorías expresadas por los encuestados, desde el esquema de una raza hasta los esquemas de cinco razas y de 36 etnias.

La familia y la escuela (primaria/secundaria) son los centros de aprendizaje o construcción social de esas nociones sobre las raza presentes en la sociedad.

Benavides explica que mientras las preguntas apuntan a situaciones impersonales, la categoría “mestizo” aparece difuminada y la diversidad étnica se muestra con frecuencia. Pero cuando la encuesta consulta es sobre la familia, la pareja o la autoidentificación, la respuesta de los jóvenes es mayoritariamente “mestiza” (56,99%), seguida por “indígena” (11,21%), “blanca” (5,67%), “morena” (3,06%), “regionalidad” (2,78%), “criollo” (2,50%), “todos somos iguales” (1,94%), “afroboliviana/negra” (0,56%), “amarilla” (0,83%), “latina” (0,69%), “otras” (2,90%) y “no sabe/no responde” (11,47%).

El mestizaje “resulta ser una categoría cómoda de identificación étnica y racial porque no estás asumiendo ninguna de las polaridades de lo que significaría ser blanco, mal visto para algunos, cargada de poderes y de estigmas en el contexto sociopolítico, ni tampoco ser indígena o afro que también tiene estigmas y cargas sociopolíticas. Mestizo era sumamente cómodo porque podías ser ambos a la vez, y al mismo tiempo escapar a los dos”, dice Benavides.

La antropóloga explica que cuando se consulta las características de las razas, los encuestados hacen referencia mayoritariamente a características culturales (20,71%), físicas (23,75%) y físicas/culturales (18,34%). Por ejemplo en el caso de los aspectos físicos no se refieren a los fenotípicos (color de piel, forma del rostro, estatura, etc), sino a la forma de vestirse, el arreglo personal y otros elementos que tienen que ver con la apariencia. Nuevamente en este caso las nociones sobre raza aparecen mezcladas con aspectos relativos a la clase social y de distinción social.

Si alguien tiene un pulido arreglo personal es porque tiene el capital, el tiempo y la costumbre de hacerlo, eso tiene que ver con estos conceptos de distinción social que maneja Pierre Bourdieu, que entrelaza la cuestión de clase, cultural y del capital simbólico, dice Benavides.

En vísperas de recordar el 24 de mayo de 2008, día en que un grupo de universitarios y funcionarios locales privaron de libertad y golpearon a un grupo de campesinos en la ciudad de Sucre, Maya Benavides advierte que el tema del racismo debe ser abordado con mayor “delicadeza” desde el ámbito de las políticas públicas.

Si bien esta situación ha propiciado lanzar una alerta sobre temas de discriminación, en otro sentido se cae en el peligro de estigmatizar toda clase de problemas bajo la etiqueta de “racismo” y existe el riesgo de desviar la mirada de problemas serios y estructurales bajo la excusa de la cuestión racial o racista, dice Benavides.// PIEB

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El 57% de los universitarios se autodefine como mestizo

“Bueno, yo soy de esta raza urbana donde estoy metido en edificios, bocinazos, el va y viene. Para mí es eso, ¿no? Lo que yo me identifico es eso”, respondió uno de los estudiantes que forma parte de ese 57%, cuyo testimonio se registró en el estudio “Y tú ¿de qué raza eres?”, de las investigadoras Maya Benavides del Carpio y Mariana Serrani Birhuett, en 2011.

La investigación señala que 56,99% de los universitarios se considera mestizo; 11,21% se define como indígena; 11,47% no sabe o no responde; y el 5,67% se cree de raza blanca. Las otras categorías —“creadas” por los propios entrevistados— corresponden, en porcentajes menores, a: “tez morena”, “criollo”, “afroboliviana-negra”, “amarilla”, “latina” y “todos somos iguales”.

Al respecto, Benavides explicó que el trabajo demuestra que las diferenciaciones raciales, sociales y étnicas no siempre son las que estandariza la sociedad, es decir, que los resultados no coinciden con el discurso de los años 90 acorde a los temas de multiculturalidad e interculturalidad.

“Hubo cambios en los discursos sobre cuestión étnica y racial en distintas épocas. Las universidades son como focos donde se empiezan a meter los cambios discursivos”, expresó. El estudio se realizó en la ciudad de La Paz y el universo estuvo integrado por 758 estudiantes procedentes de universidades privadas y de la pública.

Según el análisis de la investigación, las narraciones de los universitarios sobre su identificación estuvieron asociadas al lugar de residencia con la “raza urbana”, en la cual no intervienen distinciones por color de la piel. Asimismo, forjaron identidades según los roles, comportamientos y hasta posiciones en las estructuras del poder vinculadas a las razas históricas.

Herencia. Con lo anterior mencionado, es importante destacar que la identificación de los universitarios se relaciona con la “herencia racial” a la que dicen pertenecer por la genética y el lugar de origen familiar.

“Mestiza por la descendencia”, “Aymara, bueno mis abuelos nacieron en el campo, mis papás dicen que nacieron acá, pero tenemos raíces aymaras”, “Blanca porque soy de descendencia turca” o “Blanca por los genes de la familia”, fueron algunas de las respuestas de los entrevistados.

Es así que 61,97% de los universitarios dicen que su familia pertenece sólo a la raza mestiza; 21,52% asegura que es indígena; 6,68% que es de raza blanca y el restante 9,83% combina dos razas blanco-mestizo. Como se puede advertir, según la investigación, el grupo no hace referencia a la diversidad racial y refleja una tendencia a identificarse con todo lo mestizo.

Consultados por las experiencias racistas desde su persona, 48,4% de los universitarios confesó haber cometido un acto discriminatorio. Dicho porcentaje va acompañado de una reflexión que sustenta que el racismo está en la vida cotidiana.

Bajo ese supuesto, para los jóvenes, el racismo se encuentra presente cuando insultan a alguien según su categoría social y color de piel. “Yo odio cualquier forma de discriminación, sin embargo, muchas veces tomamos como insulto chola, indio, y sí estoy consciente de que cuando era chiquita lo hacía”, relata una estudiante. El estudio rescata los criterios que asume el sector universitario para indagar en la construcción social de lo racial y refuta, a la vez, los modelos raciales sobreentendidos.

Datos sobre la muestra del trabajo

Género

El cuestionario se aplicó a 758 universitarios: 425 mujeres, 320 varones y 13 no se identificaron.

Selección

Además de la UMSA, participaron estudiantes de la UCB, Univalle, Usfa, Unicen, Unifranz, Udabol, ‘U’ Real y Salesiana de Bolivia.// La Razón

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