Oct 31, (La Razón).- Juegos. Un grupo de estudiantes comparte momentos de recreo. Cuentan chistes, hacen planes y se divierten entre todos. Fue el viernes.
Un grito desesperado, La última oportunidad, Sangre de campeones, La vaca, son algunos de los libros de autoayuda que se han convertido en los best seller de los estudiantes entre 12 y 18 años.
La Razón hizo un sondeo de opinión a 100 jóvenes de más de 20 colegios de distintas zonas de La Paz y descubrió que un 28 por ciento prefería leer libros de autoayuda por decisión propia, mientras que un cinco por ciento leyó las sagas de las últimas novelas de magia, vampiros y otros. Un tres por ciento nombró como su libro preferido a Tempestad en la cordillera de Wálter Guevara.
Al parecer, los best seller de autoayuda no sólo gusta a los estudiantes, sino también a los maestros pues un 26 por ciento de los jóvenes leyó este tipo de textos a pedido del profesor.
Este medio hizo ese sondeo a raíz de la polémica que surgió ante la posibilidad de prohibir la lectura de obras nacionales consideradas racistas, en los colegios. El objetivo era determinar si textos como Raza de bronce y La niña de sus ojos todavía eran leídos.
Según la consulta, pocos estudiantes leen esos libros. Los resultados coincidieron con lo que piensan los expertos: “Al parecer es un debate desactualizado, porque desde hace tiempo que los profesores ya no dan como lectura estos libros y los han sustituido de manera discrecional por otro tipo de obras. En los best seller de las escuelas están (Carlos) Cuauhtémoc Sánchez, Miguel Ángel Cornejo, Richard Bach”, comentó Arturo Choque, coordinador del Programa de Políticas Públicas del Centro Boliviano de Investigación y Acción Educativa (Cebiae). Según Choque, hay un descuido del Estado en cuanto a contenidos curriculares, sobre todo en los textos complementarios.
La literata y profesora con 28 años de experiencia Raquel Montenegro explicó que uno de los grandes problemas es que no hay un programa oficial vigente, el actual en primaria superior y secundaria data de 1973. “Y como no se quieren seguir leyendo las obras que en muchos casos ya son obsoletas, en algunos casos (los maestros) han hecho sus propios programas y las editoriales han hecho textos de tal manera que el bachiller boliviano no es homogéneo, hay bachilleres que han leído unas obras, otros han leído otras”.
Según Montenegro, a esto se suma que los estudiantes no comprenden lo que leen, por lo que algunos profesores han optado, en dar a sus alumnos libros de autoayuda, porque “son obras que pueden leer los estudiantes sin mayor guía, porque son fatuos y fáciles”.
El profesor y director de la Unidad Educativa Eduardo Abaroa, Teddy Sirpa, con 18 años de servicio, ratificó que los maestros han optado por sugerir “lecturas a sus alumnos que les hace reflexionar, como Las fábulas de Esopo. Luego, en primaria superior leen algunos textos como Sangre de campeones, de Carlos Cuauhtémoc, que de alguna manera hace que se levante el autoestima de los estudiantes”.
Lectura. Otro elemento que se destacó en la encuesta es que a los estudiantes no les gusta leer, el 61 por ciento respondió que leía los libros por obligación, principalmente para no aplazarse.
Una de las estrategias más comunes de los jóvenes es buscar los resúmenes de los libros, algunos lo hacen por internet y otros compran obras resumidas que se expenden en los mercados populares con costos de entre tres y cinco bolivianos. El justificativo más común fue que les aburren los textos.
Otro elemento que llamó la atención fue que ningún joven nombró a la lectura como la principal actividad que realiza en su tiempo libre. Un 28 por ciento señaló que navega en internet, mientras que un 27% prefiere hacer deporte, un 14 % escucha música, un 11% ve televisión, otro 11% sale con sus amigos, el resto realiza otras actividades.
Los jóvenes que leyeron algún libro por cuenta propia explicaron que lo hicieron porque su profesor le recomendó o porque encontró ese texto en su casa. Según el maestro Sirpa, uno de los problemas “es que el joven en su casa nunca ha visto leer, incluso hay niños que les gusta leer, pero en su casa no tienen nada”.
Jóvenes revelan sus inquietudes
Un sondeo de opinión realizado por La Razón constató que a los jóvenes les interesa comentar sus experiencias. Este medio entrevistó a 100 estudiantes entre 12 y 18 años de más de 20 colegios de La Paz y la mayoría respondió con agrado a las preguntas.
La consulta se realizó en colegios particulares y fiscales de las zonas: central, sur, norte y oeste de la sede de Gobierno, entre el martes, miércoles y jueves de esta semana. De los 100 encuestados 58 pertenecían a colegios particulares y 42 a fiscales.
Una constancia que salió a la luz es que en los establecimientos privados, los maestros dan más libros para leer y buscan mecanismos para evitar que sus estudiantes copien los resumes que están en diferentes páginas web.
En este caso, se nota también que los alumnos de colegios privados, en su mayoría, prefieren ir al internet en su tiempo libre, mientras que los de unidades estatales optan por hacer deportes.
Al hacer la consulta a un grupo de estudiantes de un mismo curso también se vio que algunos habían leído libros diferentes a los otros. Explicaron que los maestros a cierta cantidad de jóvenes les da una obra y a otros otra para que en las clases compartan los contenidos al resto.
Raquel Montenegro
Libros clásicos deben ser leídos
Lógicamente hay que equilibrar entre los libros clásicos y contemporáneos, hay que lograr que los estudiantes no lean por obligación, sino por una buena motivación para que les guste lo que leen y trabajar sobre textos interesantes, por ejemplo hacer debates, mesas redondas y es imprescindible también un buen docente. Hay que cambiar desde abajo.
Toda obra debe ser leída con ojo crítico y debemos darle ese criterio a los estudiantes para que sean propositivos.
Se debe leer literatura boliviana, en muchos colegios se han preferido leer libros de autoayuda y no se lee literatura boliviana. La literatura boliviana marca el recorrido del país, refleja la realidad histórica, se deben contextualizar en la época. De hecho las 15 novelas que son hitos dentro de la literatura boliviana, seria interesante leer los mejores libros de cuentos, de poesías, teatro, ensayo.
La literatura universal realmente nos da lecciones con los clásicos, como La Iliada, La Odisea, Tragedias de Eurípides, Shakespeare, eso hay que leer. Dicen que está pasado de moda, el clásico no pasa de moda, hay obras clásicas que hay que ponerlas en el contexto. Lo que pasa es que los jóvenes no entienden porque leen mal, o leen ediciones reducidas, se debe de leer contextualizando la obra, para ello se necesita ver cómo llegar al estudiante contemporáneo acosado por la televisión, la tecnología. Nunca se debe prohibir ninguna obra.
Raquel Montenegro
es literata y profesora
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