Ocho de las diez mejores universidades del mundo están en Estados Unidos, y las demás en Reino Unido, según un reporte anual de las mejores universidades del mundo del Academic Ranking of World Universities publicado este mes.
La Universidad de Harvard fue por decimosexto año consecutivo la mejor universidad del mundo, seguida por la Universidad de Stanford y Cambridge, en Gran Bretaña, en el segundo y tercer lugar, respectivamente, según el ranking.
En el listado de las 10 mejores universidades están el MIT, Berkeley, Princeton, Oxford, Columbia, Caltech y la Universidad de Chicago. Esto no es una novedad, pues el listado de los primeros puestos permanece prácticamente igual respecto a 2017.
Lo que llama la atención es la poca cantidad de universidades de América Latina que están en el listado de las 1.000 mejores, y la primera de la región, la Universidad de Sao Paulo, aparece entre el puesto 151 y 200 entre 1.000.
Un estudio similar de 2017 de la empresa Quacquarelli Symonds mostraba que las 8 de las 10 mejores universidades del mundo eran de EE.UU., dos de Gran Bretaña y una de Suiza. Entre 800 centros educativos superiores. La primera latinoamericana en esa lista ocupó el puesto 75: la Universidad de Buenos Aires (UBA), en Argentina.
¿Por qué?
Fuga de cerebros y baja calidad
Las claves de esto están en la baja calidad de los instrumentos de investigación en las instituciones superiores de Latinoamérica y en la baja calidad de la educación primaria y secundaria en esos países, según le dijo a CNN en Español Claudia Costin, directora del Centro de Excelencia e Innovación en Políticas Educativas de la Fundación Getulio Vargas en Brasil, que también fue directora senior de Educación del Grupo Banco Mundial (2014-2016).
“Lo que pasa en Latinoamérica es que como tenemos una base de alumnos muy reducida que tienen acceso a la educación terciara o superior, no tenemos excelencia entre los estudiantes. No tanto como la que podríamos tener”, dijo Costin.
Ella asegura que a las universidades latinoamericanas les falta invertir en investigación, pues cuando un estudiante latinoamericano que ha estudiado en Estados Unidos o Europavuelve a su país, muchas veces no encuentra oportunidades de investigación con laboratorios e instrumentos óptimos para ello. Y también hay “fuga de cerebros”, que es cuando esos estudiantes se quedan en el exterior y no van a poner su conocimiento en sus países de origen, dice ella.
“Entonces es muy importante equipar las universidades para una práctica de investigación más rigurosa, más adecuada para darle el nivel de ciencia global”, le dijo Costin a CNN en Español Costin.
Y por otra parte está la baja calidad de la educación primaria y secundaria. Las pruebas PISA de Educación de la OCDE, que miden el nivel de educación en los países miembros, pusieron a América Latina con un desempeño bajo en temas como ciencias, matemáticas y lectura, en comparación con países como Estados Unidos, Canadá y de Europa. México, Colombia, Perú, Brasil y Chile participaron en esta prueba.
“Tenemos que caminar más en la educación primaria y secundaria para poder tener una educación superior de calidad real y más inclusiva”, agregó.
Las cinco mejores universidades de América Latina de este ranking son la Universidad de Sao Paulo, Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Federal de Río de Janeiro y la Universidad Estatal Paulista (UNESP), que están entre las mejores instituciones de educación superior del mundo.
El caso Brasil
De los países de América Latina, Brasil es el país que más universidades tiene listadas en el ranking de las 1.000 mejores: tiene 29. Y la Universidad de Sao Paulo es la mejor listada en este conteo al ubicarse entre las mejores 200 del mundo.
Los países de América Latina que más tienen universidades entre las 1.000 mejores: Brasil (29); Argentina (5); México (5); Chile (5); Colombia (2), y Uruguay (1).
“Brasil desarrolló a lo largo de los años una capacidad muy grande de investigación y estas universidades son universidades que hacen investigación de calidad”, dice Costin.
Según la experta en educación superior, Brasil se diferencia de los otros países de la región porque ha invertido recursos en la educación pública gratuita, y esto se ve en los grandes logros que tiene en las áreas de las ciencias exactas. Sin embargo, su Talón de Aquiles son las humanidades.
“Brasil aún tiene un trabajo que hacer en una investigación que se vincule más con las necesidades de desarrollo del país, especialmente en los sectores sociales”, agregó.
Finalmente la experta señala el bajo nivel de estudiantes extranjeros que vienen a las universidades latinoamericanas, pues no hay muchos estudiantes que vengan de Estados Unidos o Europa a prepararse en la región.
“Esto tiene que ver con nuestro estado de desarrollo, porque es natural que más gente quiera venir al mundo desarrollado que al mundo en desarrollo”, puntualizó Costin.// CNN
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