Según cifras entregadas por 25 de universidades adscritas al
Sistema Unico de Admisión (SUA) respecto de los cerca de 60 mil estudiantes
seleccionados en los planteles que tendrán gratuidad, más de 23 mil (25%) ya
tienen certeza de que podrán acceder al beneficio este año. Esto de acuerdo a
los resultados de las postulaciones vía PSU entregados ayer.
Entre los planteles con un mayor número de futuros alumnos con
gratuidad está la U. de Santiago (2.458), U. de Chile (1.698), U. Federico Santa
María (1.477) y la U. de Valparaíso (1.400). Para el rector de la U. de Chile,
Ennio Vivialdi, esta cifra resulta “emocionante, porque demuestra que ante un
escenario de gratuidad los jóvenes prefieren nuestra universidad”.
De las cifras, también se desprende que el 65% (14.783) de los
seleccionados que podrán estudiar gratis optó por universidades estatales. Al
respecto, el vicepresidente del Consorcio de Universidades del Estado (Cuech) y
rector de la U. de Antofagasta, Luis Loyola, planteó que las cifras demuestran
que “ante la gratuidad, los jóvenes prefirieron postular a planteles del
Estado”.
Loyola agregó que hay una situación que les preocupa: “Existe
un alto porcentaje de estudiantes con incertidumbre respecto de su situación,
porque aparecen con gratuidad, pero deben entregar documentación que acredite su
situación socioeconómica”.
Se trata de cerca de nueve mil jóvenes que tendrían el
beneficio, pero no tienen certeza debido a que deben entregar información a la
universidad donde se matriculen, para que ésta sea validada. “Esos alumnos
tendrán que pagar derechos de matrícula y firmar pagarés y eso es una
preocupación para esas miles de familia que están en duda”, sostuvo Loyola.
Una de las instituciones con más alumnos en situación pendiente
es la U. Católica, con 1.400 casos. Según explicó el rector Ignacio Sánchez
“ellos deberán solicitar entrevistas con nuestras asistentes sociales para
enviar información al Ministerio de Educación, a la fecha ya tenemos 200
entrevistas solicitadas, cifra que debería aumentar mucho mañana (hoy)”.
Para el académico de la U. Diego Portales, José Joaquín
Brunner, “es muy grave que los postulantes aún no sepan si tienen gratuidad o
no. Muestra que esto se hizo a destiempo, muy encima del proceso de admisión. Y
uno entiende que los alumnos no tengan antecedentes necesarios, porque todo se
entregó a destiempo. Hay una responsabilidad del gobierno y del sistema de
admisión que no entregó bien la información”.
En el proceso de admisión 2016, se registró un incremento del
13% en el número de postulantes, cifra que para algunos rectores podría
explicarse por la implementación de la gratuidad. Pero Brunner estima que “hay
una menor restricción para postular porque ya no está el factor de copago para
los alumnos vulnerables con becas”. Y advirtió que “eso no significa nada en
términos de política pública, hasta que sepamos si realmente se produce un
movimiento de la composición social en las universidades, porque no hay mucho
cambio en las vacantes”.
Uno de los temas asociados a la gratuidad es la cantidad de
recursos que recibirá cada institución por parte del Estado para financiar la
gratuidad de los estudiantes. Al respecto, el vicepresidente del Consejo de
Rectores (Cruch), Aldo Valle, recordó que “el gobierno se comprometió durante la
tramitación de la Ley de Presupuestos a que se pagará una primera cuota en
febrero”.
“Esto es muy importante, porque por la vía del derecho de
matrícula que pagaban los estudiantes, las universidades recibían recursos que
permitían cumplir con las obligaciones, ya sea para el pago de sueldos de
académicos o a proveedores durante los primeros meses del año. Al no existir ese
pago, muchas instituciones se verán afectadas, sobre todo aquellas que tengan
más de un 60% de alumnos con gratuidad”, afirmó Valle.
“Mi familia dice que soy un orgullo para
ellos”
María Jesús Aedo estudiará gratis la carrera de sus sueños:
Ingeniería Civil Industrial en la U. Diego Portales.
Cuando María Jesús Aedo supo que iba a poder estudiar gratis
Ingeniería Civil Industrial en la Universidad Diego Portales, el sentimiento fue
de orgullo y de tranquilidad. A sus 20 años, es la primera persona en su familia
en llegar a la universidad y lo hace en la carrera que quería. María Jesús vive
con su hermano menor, su abuela materna y su madre, que trabaja en un puesto
provisorio de verduras que le entregó la municipalidad. A pesar de que sus
recursos son escasos, María Jesús siempre tuvo la determinación de estudiar, y
sus resultados lo demuestran: Ponderó sobre 650 puntos en la PSU y salió con
promedio 6,4 del liceo 7 de Niñas de Providencia. “Me siento orgullosa de la
hija que tengo, porque independientemente de los pocos medios que tenemos,
gracias a sus méritos, ella llegó a donde quería”, cuenta María Emilia Silva, su
madre. La gratuidad fue fundamental para que su hija tuviera esta oportunidad:
“Estamos súper agradecidos, si hubiera dependido de mí, por muy inteligente que
fuera mi hija, yo no habría podido pagarle la universidad”. María Jesús, que
comienza su carrera en marzo, dice que no sabe describir la felicidad que siente
y que esto es una oportunidad para ayudar a su familia: “Me siento orgullosa de
mi misma y mi familia dice que soy un orgullo para ellos. Con esto voy a hacer
que salgamos adelante”. Además, espera ser un ejemplo para que su hermano menor
siga sus pasos.
“Yo no hubiese podido estudiar con un crédito”
Katherine López trabajó, cuidó niños y se preparó sola para la
PSU. Hoy es beneficiaria de la gratuidad y entrará a la UC.
“No creo que nadie me pueda borrar la sonrisa”, dice Katherine
López. Ella es una de las beneficiadas por la gratuidad, y gracias a eso, podrá
estudiar Construcción Civil en la Universidad Católica. Vive en Colina, y hasta
hace poco, trabajaba todos los días en un restaurante de comida rápida en
Santiago Centro, para ayudar a su madre con los gastos de la casa. Es tímida y
risueña, y termina casi todas sus frases con una pequeña risa. Tiene motivos
para estar feliz, es la primera en su familia en entrar a la Universidad.
Katherine vive con su madre y tres hermanos, entre 17 y 3 años.
Entre su trabajo, el ayudar a su madre los fines de semana en la feria, el
cuidar a sus hermanos y ayudar en la casa, Katherine se preparó para la PSU. Lo
hizo sola y ponderó 686. “Todos me decían que no podía estudiar en un instituto.
Que merecía estar en la universidad. Creo que este es el mayor orgullo que
tengo, y el de mi mamá”, dice emocionada Katherine. Cuenta que cuando su madre
se enteró que había quedado seleccionada para la gratuidad, llamó a todos sus
conocidos para contarles.
Ahora está ansiosa por empezar el semestre. Dice que planea ser
de las mejores alumnas, porque tiene que sobresalir para asegurarse un buen
futuro, porque cree que en Chile tener un título profesional es lo más
importante”.
“Aparezco con gratuidad pendiente”
Maira Sánchez fue seleccionada en Veterinaria de la U. de
Concepción, pero no sabe si recibirá el beneficio.
Toda la vida Maira Sánchez ha querido ser médico veterinaria. A
los 17 años, y ya con los resultados en manos, supo que había sido seleccionada
en la U. de Concepción gracias a 643 puntos ponderados.
Antes de hacer el proceso investigó qué becas podía obtener y
si cumplía con los requisitos para estudiar gratis. Y así es. “Busqué en las
páginas del ministerio y vi que con $ 180 mil per cápita, que es la situación de
mi casa, puedo ser parte del beneficio”, dice. En su casa vive con su madre, que
es profesora y con un tío.
Ayer, luego de ver el resultado de su postulación, se percató
que es una alumna con gratuidad “pendiente”. Sánchez explica que esto se debe a
que no ha acreditado su situación económica, lo que debe hacer presentando
varios documentos al momento de ir a matricularse, como la ficha de protección
social.
Para la penquista obtener la gratuidad es importante. El
arancel real de la carrera es de $ 3.800.000, y el de referencia de $ 2.700.000.
“Tendría que pagar aproximadamente un millón y medio y no he visto cómo. No
tenemos plata para pagar. Estamos preocupados, esperando a que si no me dan la
gratuidad, pueda tener becas a parte del CAE”, dijo.
Y es que ella ya está preseleccionada para varias becas. A
pesar de esto, reconoce que su familia no estarían en condiciones de pagar
mensualmente un copago. Además, le preocupa que “el martes me tengo que
matricular, pero se supone que si me dan la gratuidad no debería pagarla”.
Desde el Mineduc informan que de ser aceptada ese pago se le
devolvería.// La Tercera
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