La educación mexicana en 2014

El fin de un año y el comienzo de otro abren un espacio para la reflexión. ¿Cómo estamos? ¿Qué hemos logrado? ¿Qué nos falta por hacer? ¿Por qué es fundamental? En esta ocasión me enfocaré en un tema que considero prioritario y que he tratado en este espacio constantemente: la educación.

¿Cómo estamos? En calidad educativa estamos muy mal. De acuerdo con la OCDE, en el 2009 los resultados promedio de nuestro país (lectura 425, matemáticas 419 y ciencia 416) son mucho más bajos que los resultados promedio de la OCDE en ese mismo año.

Educación en MéxicoLos resultados de la prueba PISA revelan que México es el país que cuenta con el mayor porcentaje de estudiantes con el nivel más bajo de lectura y además cuenta con el menor porcentaje de estudiantes clasificados en los niveles superiores.

Igualmente, estamos en serios problemas en cuestión de equidad. Además de obtener resultados bajos, la organización Mexicanos Primero ha identificado cuatro brechas muy importantes en cuestión de equidad en la educación: 1) la que separa a las mayorías de trayectorias completas y exitosas (sólo uno de cada cuatro mexicanos puede aspirar a completar 12 años de escolaridad); 2) la que separa los estratos educativos: si es indígena o no, si es escuela urbana o rural, si es telesecundaria o secundaria general y si es pública o privada; 3) está en las diferentes prácticas de inversión, decisión y gestión del sistema, y el logro educativo que resulta, por ejemplo, entre las distintas entidades federativas; 4) es la que divide a México del mundo.

¿Qué hemos logrado? El sistema educativo mexicano ha crecido de poco más de 3 millones de estudiantes en 1950 a más de 33 millones en el 2009. Actualmente, la escolarización de los niños entre 5 y 14 años de edad es casi universal. La proporción de alumnos que completó la educación secundaria aumentó de 33% en el 2000 a 45% en el 2009. Entre el 2000 y el 2009, el número de jóvenes de 15 años de edad inscritos en la escuela aumentó de 56% a 66 por ciento. Además, este año que termina nos deja dos grandes logros: la reforma educativa y el incremento en el presupuesto destinado a educación.

La reforma establece avances de gran envergadura, como lo comentamos en este espacio anteriormente: 1) fija la evaluación obligatoria para el ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia en el servicio profesional docente; 2) dota de autonomía al Instituto Nacional de Evaluación Docente (INEE); 3) faculta al Senado para nombrar a los cinco integrantes de éste; 4) adjudica al INEE facultades para evaluar la calidad de la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior; y 5) garantiza el suministro de alimentos para estudiantes de escuelas de tiempo completo.

¿Cuáles son los grandes retos? Quizá los dos mayores sean que la reforma educativa se implemente a lo largo y ancho del país; y que se transforme el modelo educativo para que los estudiantes estén en su centro y puedan adquirir las habilidades y conocimientos necesarios para enfrentar los retos del siglo XXI.

¿Por qué es crítico que en nuestro país la educación sea prioritaria? Por innumerables razones tenemos enfrentar los retos en la educación. Quizá valga la pena destacar una: a mayor educación, mayor bienestar. Va una referencia: en un estudio reciente titulado “El Alto Costo del Bajo Desempeño Educacional” se hace la siguiente estimación: si México lograra reducir las disparidades en el desempeño escolar y obtuviera un mínimo de 400 puntos en la prueba PISA para todos sus alumnos, podría registrar un aumento del PIB de 1200% en el año 2090.

Si este no es un incentivo, ¿cuál es?// El Economista (MX)

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