El 45,6% de los universitarios toma alcohol habitualmente

Cerca de la mitad de los estudiantes de seis universidades de La Paz y El Alto consume bebidas alcohólicas de forma regular. En tanto, el 40% consume tabaco.

El Instituto de Investigación en Salud y Desarrollo (IINSAD), dependiente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), presentó un estudio sobre el consumo de drogas lícitas e ilícitas en esta población.

Para obtener los resultados se llevó adelante una encuesta a alrededor de 2.000 estudiantes de seis universidades de La Paz y El Alto: Universidad Mayor de San Andrés, Universidad Pública de El Alto, Universidad Franz Tamayo, Universidad Salesiana, Universidad Bolivariana y Universidad Cosmos.

Los resultados revelan que la prevalencia del consumo del alcohol en un mes es del 45,6% entre los estudiantes. Este indicador, según la investigación, hace referencia al “número de personas que consumieron sustancias en el último mes referido al levantamiento de la información”.

Esta cifra se incrementa aún más cuando la pregunta de la encuesta indaga sobre el consumo de bebidas alcohólicas en el último año, con el 69%; y se dispara al 73,9% cuando se les consulta sobre si bebieron “alguna vez en su vida”.

Entre las bebidas, la cerveza es la que goza de más preferencia. El 51% de los encuestados la tomó en eventos sociales y el 15% en salidas de fin de semana. Los varones son los que consumen más alcohol, con el 56%, en relación a las mujeres, con el 44%.

Consumo de tabaco

El cigarrillo también goza de preferencia. El 39,8% lo consume al menos una vez al mes, el 57,3% lo hizo en el último año y el 67,6% alguna vez en su vida.

La investigación concluye que “el principal problema que tienen los estudiantes universitarios de La Paz y El Alto es el (consumo) de alcohol y de tabaco”.

Drogas ilícitas

Otro punto que analiza el IINSAD en su estudio es el consumo de drogas ilícitas en la población universitaria. La marihuana llega al 13,6% y la cocaína al 3,9%. Luego siguen, en menor medida, las drogas inhalables, pasta base, éxtasis y alucinógenos.

A propósito, María del Pilar Navia, investigadora y directora del IINSAD, explicó: “Se hizo estudios de casos identificando los factores de riesgo y se notó que el problema fundamental es la formación de pandillas. Hay traficantes y consumidores que van captando a más adolescentes”.

Según el informe, el 31% de los encuestados tiene curiosidad por probar estas drogas.

Las drogas

  • Depresoras Este tipo de drogas incluyen al alcohol, sedantes, narcóticos y ansiolíticos, cannanbis (marihuana). En los primeros días de su consumo, la persona se siente somnolienta. Luego, el cuerpo se acostumbra a los efectos y las sensaciones desaparecen. Al final, el cuerpo necesita mayores dosis. Cuando se las corta, la actividad cerebral se acelera.
  • Estimulantes Incluyen a la cocaína, anfetaminas, alucinógenos y estimulantes menores. Estas sustancias adictivas ejercen un bloqueo sobre la inhibición, quiere decir que las personas se muestran más desinhibidas y hay una excitación neuronal.

Campañas deben iniciar con niños

El Instituto de Investigación en Salud y Desarrollo (IINSAD) propone llevar adelante campañas de información de los efectos de las drogas en los niños y adolescentes. De esta forma se reducirá su consumo cuando sean jóvenes.

“Se deben hacer más campañas en los colegios y universidades, mostrando los daños que puede producir el consumo de drogas”, sugirió la directora del IINSAD, María del Pilar Navia.

La investigadora comentó que cuando se muestra a los menores que las drogas pueden producir la perforación del tabique nasal, del paladar y otros problemas en la salud, “los niños y adolescentes se sienten impactados”.

Estas campañas, propuso, pueden llevarlas adelante los estudiantes de las carreras de psicología y ciencias de la educación de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

“Podemos educarlos (a los adolescentes) de mejor manera, porque es una población que todavía es rescatable cuando fundamentaron su formación y educación en valores”, indicó Navia.

Otra de las medidas preventivas debería ser -añadió la investigadora- el incremento en los precios de las bebidas alcohólicas y de los cigarrillos. Ésta es una propuesta del Gobierno. “Influirá en el aporte (económico) de los padres a los hijos y éstos ya no podrán comprar en la misma cantidad que lo hacían”.// Página Siete

Publicar un comentario

0 Comentarios