Alquiler e intercambio, alternativas para afrontar el gasto de los libros de texto

Libros de texto

Para abaratar el gasto que implica cada año adquirir los libros de texto escolares, las familias españolas pueden optar por otras alternativas más económicas que la compra directa de los libros en los comercios y establecimientos habituales: el alquiler o el intercambio con otros usuarios. Ambas fórmulas se basan en la idea de que los libros se utilizan tan solo por el periodo de vigencia del curso escolar y, por tanto, no es necesario conservarlos una vez finalizado este.

La compra de los libros de texto representa el gasto más elevado que deben afrontar las familias cuando se inicia un nuevo curso escolar. A pesar de que en la mayoría de las comunidades autónomas de nuestro país están instaurados distintos programas de gratuidad (ya sea en la modalidad de préstamo o cheque-libro), en general estas ayudas no cubren el coste total de este material y en muchos casos no alcanzan a todos los niveles educativos, sobre todo a los estudios postobligatorios (Bachillerato y Formación Profesional).

¿Cómo se pueden abaratar los costes de este material académico? Además de los tradicionales préstamos o intercambios entre familiares y amigos, gracias a los cuales cada año se puede reutilizar una parte importante de los libros, es posible extender esta práctica con otras familias a través de diferentes plataformas on line u optar por otra alternativa ya extendida en otros países: el alquiler de libros.

Alquiler al 50%

Alquilar los libros de texto en vez de comprarlos nuevos cada año es una práctica común en casi todos los niveles académicos en otros países, sobre todo en Estados Unidos. En este país norteamericano, la idea se inició en el ámbito universitario como un servicio entre particulares y hoy en día las mismas librerías universitarias ofrecen esta alternativa a sus usuarios y se integran en distintas redes de alquiler de libros, como Rent-a-text, con mas de 850 centros de estudios asociados, o Bookrenter, con más de seis millones de estudiantes como usuarios.

Estos servicios, al igual que otros muy extendidos como Chegg, Campusbookrental o Collegebookrenter, permiten a los estudiantes ahorrar más de un 50% en el material académico al optar por el alquiler en vez de la compra. El beneficio puede ser mayor si el alumno no se limita al alquiler como única transacción y opta también por revender sus propios libros del curso anterior para que se incorporen al catálogo de material disponible de estas redes.

Alquilibrix es en la actualidad el primer proyecto que ofrece estos servicios en nuestro país. Por una parte, permite que los estudiantes alquilen libros de texto, desde Educación Secundaria Obligatoria (ESO) a la universidad, por un precio un 50% más reducido que el que marcan las editoriales. Estos alumnos también pueden hacer uso del servicio de recompra de libros por un 40% del precio de adquisición. En total, si se opta por las dos transacciones, la operación puede suponer hasta un 90% de ahorro en comparación con la compra de los libros por las vías tradicionales.

Por otra parte, el servicio es aún más cómodo para los estudiantes de los 60 institutos de secundaria de Madrid con los que hasta ahora Alquilibrix ha llegado a un acuerdo de cooperación a través de sus asociaciones de padres y madres (APAS). En este caso, tras señalar los libros que desea revender o alquilar para el próximo curso, el estudiante solo tiene que dirigirse a las instalaciones de su centro de estudios en las fechas indicadas y entregar y recoger el material acordado.

Intercambio entre familias

Otra fórmula opcional para los estudiantes que no pueden acceder a las ayudas autonómicas o quieren reducir el coste de los libros de texto que no entran en los programas de gratuidad es el intercambio entre alumnos. Además de los que se hacen de forma natural entre hermanos y conocidos, numerosos centros educativos, impulsados por las APAS, han implantado esta práctica de intercambio solidario entre familias, de modo que al finalizar el curso los alumnos entregan los libros que ya no van a utilizar y recogen los que necesitarán para el nuevo curso académico, que habrán aportado otros compañeros.

Los estudiantes de los centros donde no se ha implantado esta fórmula pueden optar por algunos de los portales on line creados de forma específica para este fin, como Changebook, que con más de 41.000 libros de todos los niveles en catálogo se encarga de organizar el intercambio entre sus usuarios mediante un sistema de puntos.

Otra de las plataformas de intercambio en línea disponible en la Red es Bookint.eu. Con más de 30 centros educativos asociados en la actualidad, esta aplicación funciona como punto de encuentro entre las familias de los estudiantes de esos centros para que gestionen los intercambios de libros de texto de una forma cómoda y sencilla.// 20minutos.es

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