La Iglesia Católica pide trabajar en el nuevo currículo escolar

La Iglesia Católica espera la convocatoria del Gobierno para trabajar, de manera mancomunada, en la redacción de los reglamentos y en la elaboración de la malla curricular para la implementación de la Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez.

Al concluir ayer el IV Congreso Educativo, realizado en Cochabamba, le recordaron al Ejecutivo que los educadores católicos tienen la experiencia para el trabajo.

El presidente de la Comisión Episcopal Educativa (CEE), monseñor Luis Sainz, afirmó que durante varios años el Gobierno ofreció convocarlos y tomarlos en cuenta para las distintas tareas que hacen a la creación e implementación de la norma, sin embargo, observó que “se nos dice ‘vamos a llamarles, les vamos a tomar en cuenta’, pero nunca nos llaman, ni nunca tampoco nos toman en cuenta”.

Ahora piden ser incorporados, tomados en cuenta en una labor que para los educadores católicos, es su mayor logro, la generación de una educación de calidad. “Que nos llamen para tratar sobre la malla curricular, que nos llamen para la reglamentación, que nos firmen de una vez el convenio en el Ministerio de Educación y la Iglesia en lo que se refiere a la educación. Si nos toman en cuenta, nosotros estamos listos para contribuir en la mejor formación de los jóvenes, de los ciudadanos”, dijo la autoridad.

Sainz reconoció que en los últimos meses existe cercanía entre el Ministerio de Educación y la CEE. Aseguró que poco a poco, “piano a piano, como digo yo, el Gobierno se va dando cuenta del valor de la Iglesia Católica en la parte educativa”, y convocó a las autoridades a reconocer que ellos pueden ayudar, como lo han venido haciendo, porque “allí donde no estaba el Gobierno, hemos estado siempre nosotros”, afirmó.

Del mismo modo, se pidió tomar en cuenta a los padres de familia a la hora de decidir qué tipo de educación, qué contenidos, especialmente en el tema religioso, necesitan los niños. “El Gobierno debe escuchar a los padres de familia para respetar la libertad que tienen ellos y el derecho de escoger la educación para sus hijos”.

Recordó que la cultura boliviana es la cristiana, “más del 80 por ciento de la cultura es católica, todo Gobierno y Estado en justicia debe reconocer esa cultura mayoritaria”.

En el evento se reafirmó la lucha por impedir el cierre de la Normal Católica. “No estamos de acuerdo con el cierre, ha dado un aporte cualitativo en la formación del magisterio y el haberla cerrado es una gran equivocación”, manifestaron los congresistas. Esperan que el Gobierno rectifique y pueda dar vigencia al Instituto Normal Católico.

“Se ha dicho que Bolivia necesita una mejor formación de profesores, calidad educativa de los maestros y de los directores de escuelas, porque solamente maestros y profesores mejor formados van a producir mejores estudiantes y ciudadanos”, manifestó Sainz.
Datos del Congreso

En el evento se distinguió a educadores que aportaron al mejoramiento de la formación de niños y jóvenes. Entre los destacados están el padre Gregorio Iriarte y Tito Solari, arzobispo de Cochabamba.
Hay recursos para formar bachilleres técnicos

La Iglesia Católica asegura que la implementación de la Ley Educativa Avelino Siñani-Elizardo Pérez requerirá recursos económicos, apoyo tecnológico, infraestructura adecuada y equipos que apoyen la formación técnica, y existe un compromiso de apoyo, según Limberth Ayarde, secretario de la Comisión Episcopal de Educación de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB).

“Nosotros vamos a disponer de todos nuestros recursos para hacer posible un cambio en la educación que sea más acorde a las necesidades que incidan en la transformación de la vida de las personas”, manifestó.

Ayarde afirmó que “una educación técnico humanística es una educación cara”, el reto es lograr que cada unidad educativa pueda ofrecer esta modalidad formativa. “Lo que nunca en el país se está viendo un desafío tremendo en lo que se refiere a inversión educativa, capacitación, es un modelo caro pero necesario y tenemos que hacer todos los esfuerzos para hacerlo realidad porque lo que aquí importa es el beneficio de las nuevas generaciones”, dijo.

La Razón