'La educación no debe ser exclusiva del Estado'

11

-La-educacion-no-debe-ser-exclusiva--del-Estado-

Caracterizado por su alto espíritu solidario y por su profunda vocación de servicio a los jóvenes. Trabaja desde hace 36 años en nuestro país y desea continuar en la misión evangelizadora hasta el día de su muerte. El año pasado vivió momentos difíciles tras manifestar su preocupación sobre la existencia de microtráfico en el Chapare. Llegó a la capital cruceña a recibir el premio Maestro de la Juventud  por su aporte a los más necesitados de Bolivia y ayer habló en exclusiva con El Día.

P. ¿Qué significa para usted recibir el premio Maestro de la Juventud?

T.S.: Lo he recibido como uno de los reconocimientos más bellos. Es un título que me llena de satisfacción porque soy educador. Este premio me reclama fuertemente la actitud de humildad y de servicio por los demás. Lo dedico a mi madre que cumplirá dentro de 10 días 98 años.

P. Fue un gesto loable escuchar una dedicación a su madre ¿Qué significa ella para usted?

T.S.: Aparte de darme la vida mi madre me ha educado. Me ha transmitido una fe profunda y de ahí creo que nace mi vocación. Ella es mi verdadera maestra. Recuerdo que cuando me escribía  siempre me decía: “acuérdate hijo que yo estoy siempre contigo y vivo para ti”.

P. Muy pocos entendieron su mensaje sobre la denuncia del microtráfico que fue duramente criticado por los sectores sociales y cocaleros del MAS ¿Cuál es su opinión sobre este suceso en particular?

T.S.: Yo soy educador y me preocupan los jóvenes porque toda mi vida he estado con ellos. Estando en ese ambiente vi el riesgo y el peligro que todos jóvenes tienen en un contexto donde hay bastante producción de coca y cocaína. Entonces manifesté mi preocupación porque era un llamado de atención y un expresión que escuché de los padres de familia y de los profesores. Pero lamentablemente esas declaraciones fueron elevadas a nivel político.

P. ¿Cómo se sintió después de magnificarse sus declaraciones en los medios de comunicación?

T.S.: Al  comienzo me preocupé. Me quedé con dos penas, una que sea maltratada la Iglesia y que gente del partido del MAS se haya sentido ofendida por mí. Pensé que podía haber una reacción de  chantaje a los sacerdotes, pero gracias a Dios no sucedió porque la gente conoce a sus sacerdotes y hubo una gran reconciliación.

Luego de estas reacciones, ¿la Iglesia asumirá alguna actitud de autocensura en sus declaraciones o en sus homilías?

T.S.: Bueno, yo he recibido consejos que evidentemente me han dicho: Tito cuidado. Mi padre decía que soy ingenuo y también mi intervención ha sido ingenua porque no he tomado en cuenta las repercusiones que podía tener en el ámbito político y otros. Pero yo no voy a cambiar, yo soy Tito así como soy, siempre lo predico el evangelio así como lo exige.

P. ¿Qué opinión le merece el informe presentado por el Defensor del Pueblo en el que indica que en Bolivia no se están respetando los derechos?

T.S.: Ese informe es muy serio y es un gran desafío para que todos nos unamos a fundar el cambio del país en los valores fundamentales de la democracia, la libertad, el respeto, la compresión y la justicia.

P. ¿Qué opina sobre la puesta en vigencia de la Ley Educativa Avelino Siñani-Elizardo Pérez?

T.S.: La Ley tiene una serie de aspectos positivos que nosotros hemos señalado en algunos documentos. Valoramos la dimensión cultural, sobre todo  las culturas andinas, la formación técnica de estudiantes de secundaria, entre otros aspectos.

P. Entonces ¿Cuáles fueron los aspectos que observaron?

T.S.: El Estado asume la educación como algo muy importante, como un instrumento político, de servicio y de formación de una comunidad.  Pero deja poco espacio a la sociedad. La educación es tuición del estado y de la sociedad que está formulado en los principios, pero no hay una aplicación real de eso. Lo demuestra el hecho de que la formación de los maestros es competencia exclusiva del Estado. Consideramos que eso no es positivo. Otro aspecto es la participación precisa de los padres de familias.

P. ¿Y en el caso de los colegios de convenio?

T.S.: Queremos que nos dejen un espacio adecuado para que las escuelas de convenio tengan un contenido que les permita tener su identidad (católica) y garantizar una calidad educativa. Esos son los dos elementos fundamentales que nosotros queremos seguir brindando a la sociedad. Nos duele mucho que haya cerrado la Normal Católica.

P. ¿Usted cree que el Estado actual tendría la capacidad para mantener la asistencia social que brinda la Iglesia?

T.S.: Bueno aquí quiero aclarar algo, es cierto que la Iglesia católica tiene una presencia grandísima en los espacios de los necesitados. El Ministro de Educación señaló que el Gobierno no está en condiciones económicas y personal que tenga carisma para hacer el servicio a los grupos vulnerables. Es un capital enorme el que tiene la Iglesia que el Estado no lo tiene.

P. ¿Qué opina usted sobre los lamentables abusos a menores, homosexualismo y corrupción en la Iglesia?

T.S.: La última Navidad ha sido para mí la más dolorosa. He ce-lebrado en la cárcel a lado de un sacerdote que tiene una sentencia de 22 años por abusos contra menores. Este hecho nos duele muchísimo y nos afecta. La Iglesia no está exenta de la debilidad y el pecado humano.

¿Cómo ve la situación del país para esta gestión?

T.S. Si el Gobierno ha sacado el gasolinazo es porque necesita dinero. Ahora que lo ha retirado me pregunto ¿de dónde va a sacar el dinero? Porque necesita centenares y centenares de dólares. Este año va a ser muy difícil. ¿Por qué?

Las fuentes que daban dinero antes han ido secándose, las exportaciones se han reducido y ahora hay huecos en la economía.

El perfil

Mons. Tito Solari Cappellari

Arzobispo de Cochabamba

 TRAYECTORIA:

Nació en Pesaris di Prato Carnico (Udine, Italia) el 2 de septiembre de 1939. En 1955 inició su noviciado en la Congregación Salesiana en Albarè (Verona). Fue ordenado sacerdote en Pesaris, en 1966. Desde 1974 trabaja en Bolivia. Elegido Arzobispo-Coadjunto de Cochabamba con derecho a sucesión, el 7 de marzo de 1998. Asumió la Sede Arzobispal en 1999.

El Día

Publicar un comentario

0 Comentarios