UMSA estima que hidroeléctricas brasileñas provocarán inundaciones en Bolivia

El funcionamiento de las hidroeléctricas brasileñas de Jirau y Santo Antonio podrían provocar un alto impacto negativo en la frontera boliviana, ocasionando inundaciones en el tramo binacional del río Madera, además de daños ambientales y sociales, según un estudio denominado “Hidraúlica y Morfología del Río Madera”, efectuado por la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

De acuerdo al estudio, coordinado por el ingeniero hidráulico Jorge Molina, en Brasil ya se preveía el aumento de los caudales desde ese territorio y la consiguiente inundación por el funcionamiento de las represas, pero se negaba la posibilidad de que aquello también sucedería en Bolivia.

“El río natural va a ocasionar inundación en un tramo aguas arriba de donde están las represas. Brasil afirmaba que la elevación del nivel del agua, por tanto la inundación, sólo iba a suceder en territorio brasileño, lo que nosotros demostramos con el estudio es que ese efecto de elevar (el caudal) se iba también a producir en Bolivia, en el tramo binacional del río Madera”, explicó Molina, al PIEB.

Agregó que el río Madera es el principal afluente del río Amazonas tanto por caudal como por longitud. En su confluencia con el Amazonas, el río Madera es uno de los cinco ríos más caudalosos del mundo, drenando un área de 1.420.000 kilómetros cuadrados.

Molina argumentó que la represa de Jirau fue inaugurada por la propia presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a finales del año pasado, que se preveía el inmediato el funcionamiento de Santo Antonio, pero que desde Bolivia no se cuenta con ningún sistema de monitoreo que permita medir y evaluar los impactos de las hidroeléctricas a medida que pase el tiempo.

“No tenemos ningún sistema de monitoreo instalado, pero el Gobierno (nacional) tampoco tomó ninguna decisión de instalar, sólo tenemos avanzado un diseño preliminar de un sistema de monitoreo realizado por privados”, afirma el experto, quien advierte que al Estado boliviano sólo le quedará solicitar la indemnización por los impactos.

El estudio también señala: “inevitablemente una represa elevará los niveles naturales del agua en el río de embalse. Esa elevación de niveles está asociada a varios impactos ambientales y sociales, pero también a otros aspectos importantes como la operación del embalse, los costos de la energía generada y en el caso de centrales en cascada, la ubicación de las otras centrales. La sobreelevación puede extenderse muchos kilómetros aguas arriba debido al remanso hidráulico inducido por la represa y afectar el funcionamiento de las otras centrales situadas río arriba”.

Según la investigación multidisciplinaria realizada en el periodo 2008-2009, especies de peces podrían ser incapaces de adaptarse a las nuevas condiciones hidráulicas creadas por el embalse y desaparecerán. Cambiará la calidad del agua, especialmente en los afluentes, y se crearán condiciones adecuadas para la proliferación de los mosquitos vectores de la malaria, en una zona que ya es endémica.

“Los investigadores indicaron en el documento que va haber impactos sobre algunos tipos de peces migratorios como los surubíes y los bagres que son importantes para la pesca de la región. El problema es que estos peces suben hasta Rurrenabaque, río Beni, Alto Beni y Chapare, y al parecer, esos impactos previstos ya se están produciendo, pero sin un sistema de monitoreo”, señala el documento.

En 197, el Ministerio de Minas y Energía de Brasil identificó a las cachuelas de Kirau, Santo Antonio y Teotonio como posibles sitios para la construcción de centrales hidroeléctricas. Las empresas Furnas Centrais Eléctricas SA y CON Constructora Noberto Odebrecht SA que tienen la licencia de la Agencia Nacional de Electricidad de Brasil, concluyeron los estudios de Inventario en 2003, el estudio de factibilidad el 2004 y los estudios de impacto ambiental el 2005.

“Pero la manipulación de que han sido objeto los resultados de los estudios dificulta la evaluación de la magnitud de esos impactos. En el caso específico del comportamiento hidráulico y morfológico del río Madera, quedan varias interrogantes y tareas pendientes”, señaló Molina. (Con información del PIEB).// Erbol

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